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Cita literaria
“Esta montaña está vacía. En su interior hay un gran palacio o castillo encantado, con grandes salas y columnas de piedra de mármol de colores, fuentes de agua viva y olla de tinieblas para meter a los osados. Lo habitan siete hadas que velan por el tesoro. Los días de buen sol y las noche claras con luna, duermen, pero siempre hay por lo menos una que vigila el tesoro. Cuando hay tormentas de truenos y relámpagos tienen fiestas con música, danzas y convites en los que no falta nada de las cosas más exquisitas para comer y beber. Los días nublados o con niebla, salen por esas grietas –aunque ya te he dicho que siempre se queda al menos una para vigilar– para reunirse con hadas y hados de otras regiones. Alguna vez han montado la sesión en las ramas del nogal de Son Pou, en los mirtos de Son Berenguer, o en el almez de Son Torrella.
María abandonó el lugar sin saber si estaba despierta o soñando. Lo explicó en casa. Su padre y su madre no sabían si había perdido la chaveta, pero lo repitió tanto que al final dijeron:
–No perderemos nada por encender un cirio. Ya veremos qué pasa.
Y un domingo, encendieron un cirio de siete libras…”