Plaça de la Creu

“Pavana de Ariany
lo han matado en un carrito.
Que desgracia, Señor,
la que hubo en Sant Joan!
El juez, erre que erre quería
que fuera uno de Sant Joan,
y ahora, siempre dirán
que es uno de su pueblo.
A Pavana de Ariany
un primo suyo lo mató,
y lo tiró en un habar
de Gossalba,
pensando que no lo encontrarán.
El amo Miquel consolaba
a Miquel, que es su ahijado:
–Vaya, encomendadlo a Dios,
que ya está enterrado tu padre!–
–Arriba de Consolació
está enterrado mi padre.
Que pena tan sobrada
la que tuvimos madre y yo
y mi hermano mayor!
Arriba de Consolació
mi padre está enterrado;
si él os ha agraviado,
por él os pido perdón!–
El hijo segundo de Pavana
del carrito se bajó
para ir a besar la sangre
que su padre derramaba.”