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Cita literaria
“La biblioteca, situada en el primer piso, es grande y recóndita. Su única ventana da al patio, donde un viejo almez supera, sobradamente, los tejados del edificio. En agosto, en Robines, ya junto a la sierra, entre Montlleó y Bearn, los días son tórridos. Para librarse del sol y de las moscas, se refugian en la penumbra de las habitaciones cerradas. La biblioteca está resguardada por las persianas y por la cortina espesa del almez. Y aún así, el azul aterciopelado del cielo se filtra entre las rendijas. Sobre ese cielo vibrante de Mallorca, los vencejos persiguen a sus presas con chillidos estridentes. El hambre, el ansia vital, les enloquece. De vez en cuando, un soplo de aire nos trae perfumes de albahaca y de claveles indígenas. El mundo vegetal también quiere, a su manera, atestiguar que existe…”